La educación va más allá de las aulas: Familia Mangino
octubre 18, 2021De acuerdo con datos de la SEP, alrededor de 5.2 millones de estudiantes de todos los niveles no continuaron estudios en 2021. La pandemia por COVID-19 representa un reto para todos los sectores. Las escuelas enfrentan distintos desafíos tanto en la modalidad en línea como en este regreso a clases presenciales y por ello, el Comité Cívico de Ford y sus Distribuidores no ha descansado, ya que tiene un compromiso con la educación que es el motor que nos mueve.
Es por esto y en el marco de su 55 aniversario que el Comité Cívico de Ford y sus Distribuidores reconocen el trabajo de la familia Mangino. Este distribuidor cuenta con más de 25 años de representar a la marca y es el orgulloso patrocinador de 5 escuelas Ford en el Estado de México: en localidades tales como Cuautitlán, Tlalnepantla, Teoloyucan, San Sebastian Chimalpa y Atizapán.
“Para nosotros la labor del empresario va más allá de generar empleos o hacer negocio, se trata de ayudar a la gente y traer beneficios para la sociedad, estamos comprometidos a generar un impacto en la comunidad en la que operamos”, mencionó Fernando Mangino Aparicio, Director General de GIMSA Automotriz. “México nos necesita y continuaremos trabajando día a día para las escuelas Ford ya que la educación es nuestra prioridad”.
La familia Mangino entiende que una escuela no solo se dan clases, es una oportunidad de abrir un mundo desconocido para todos los niños, y es por ello, que empezaron a escribir su historia en diciembre de 1993 cuando se fundó la distribuidora y, pronto se sumarían al proyecto educativo, patrocinando a su primera escuela Ford la número 87, localizada en Atizapán, iniciando así, su compromiso con la niñez de México.
Parte de las acciones realizadas por la familia Magino durante su gestión en el Comité Cívico de Ford y sus Distribuidores fue colaborar y enriquecer la labor del mismo. Un ejemplo de ello fue la implementación del programa tecnológico “Aula de Medios” en el año 1999 a través del cual, comenzó la donación de computadoras en las escuelas Ford para lograr el desarrollo tecnológico en los estudiantes, así como la implementación de programas educativos donde los directivos y docentes tuvieron la oportunidad de tomar cursos de preparación para una mejor gestión escolar y desempeño frente a la clase. Pero para esta familia esto no era suficiente y decidieron ir más allá.
Ana Olivieri de Mangino, durante su gestión en el Comité de Damas, consideraba que más allá de la educación, debía haber actividades o programas dedicados cien por ciento a los niños, que promoviera en ellos la energía, el trabajo en equipo, una vida sana y los fortaleciera física y mentalmente, y es así como en el año 2000, nace el Torneo Nacional de Deportes de las Escuelas Ford.
“El Comité Cívico de Ford y sus Distribuidores trabaja diariamente por educar y preparar al futuro de nuestro país, pero sabíamos qué hacía falta algo que estuviera enfocado en ellos para complementar su educación y el Torneo de Deportes fue la mejor idea para lograrlo”, mencionó Ana Olivieri. “La emoción de los niños al subirse un avión era algo que no podríamos describir, su cara lo decía todo. Ver como estas actividades nos permitían abrirles nuevos horizontes y que se demostraran a ellos mismos su capacidad, que encontraran la pasión por los deportes, que fundáramos en ellos el espíritu de competencia y los orientáramos hacia una vida sana, era lo más importante para nosotros”.
El Torneo de Nacional Deportes de Escuelas Ford es otros de los programas que aportan la diferencia a las escuelas Ford. La dinámica consiste en realizar eliminatorias zonales a través de las cuales se seleccionarán a los mejores 16 equipos de futbol y basquetbol de las escuelas Ford de todo el país, convirtiéndose en una actividad que les permitirá a los niños interactuar, competir de manera sana y viajar a diferentes ciudades para el cierre del Torneo y así dar oportunidad de conocer distintos estados y realizar actividad deportiva.
Dicho torneo conllevaba toda una organización y logística que permite instruir la disciplina y la mejor calidad de las competencias, pero también conllevaba garantizar la salud y la mejor atención de todos los alumnos.
El mantenimiento, la reparación, la búsqueda de programas para los alumnos y profesores, así como la constante supervisión de cada una de las escuelas es parte importante de la labor de la familia Mangino, pero su compromiso es más grande; es brindar atención educativa, psicológica y de salud a los niños, es entenderlos a ellos y a sus familias y conocer un poco más de sus necesidades para convertirse en parte de su vida.
Para Ford de México es un orgullo contar con socios tan comprometidos con la responsabilidad social como la familia Mangino, personas que van más allá y apoyan para crear una sociedad más completa.