Los vehículos eléctricos (VE) -desde los híbridos (VHEE) hasta los totalmente eléctricos (VEB)- se están adoptando en todo el mundo y seguirán aumentando su popularidad. A medida que crece la tendencia, es importante que los talleres entiendan las diferencias a la hora de dar mantenimiento a el sistema de frenos.
TMD Friction, el líder mundial en la fabricación de fricción para frenos, explora las características únicas de las transmisiones eléctricas y cómo se diferencian de sus homólogos de motor de combustión interna (ICE) cuando se trata de trabajar en el sistema de frenos.
Scott Irwin, Jefe de Formación Técnica y Marketing Técnico en Textar, fabricante líder mundial de productos de fricción de frenos, te da sus mejores consejos para el éxito en la sustitución de estos componentes.
Sistema de frenado regenerativo
Los vehículos eléctricos utilizan el frenado regenerativo, una tecnología que convierte la energía cinética en energía eléctrica, cargando la batería mientras desaceleran o se detienen. Aunque este innovador sistema de frenado mejora la eficiencia del coche, se trata de un proceso muy diferente al de un vehículo con motor de combustión interna, por lo que debe seguirse un mantenimiento específico. Comprender esta tecnología es crucial para mantener y conservar eficazmente el sistema de frenado de todos los autos eléctricos.
Como este tipo de sistema depende del motor eléctrico para frenar el vehículo, reduce la demanda de los frenos convencionales. Esto puede provocar la corrosión de los discos cuando no se utilizan durante largos períodos de tiempo. Aunque los fabricantes de discos están trabajando estrechamente con los fabricantes de autos para desarrollar nuevos recubrimientos que ayuden a solucionar esta cuestión, seguirá siendo un problema para los vehículos eléctricos a corto plazo hasta que se encuentre una solución.
Por lo tanto, te recomendamos realizar revisiones frecuentes en el sistema de frenos de este tipo de autos para garantizar que sigan funcionando cuando sea necesario durante cualquier frenada.
El mantenimiento es clave
Aunque las pastillas y los discos de freno se desgastan menos en un coche eléctrico que en un vehículo con motor de combustión interna, esto no significa que sean inmunes al desgaste. Es así que el coche podría sufrir corrosión en los discos de freno, algo que se ha visto en algunos autos que aún se consideran muy nuevos. También debes inspeccionar periódicamente el grosor de las pastillas y los discos de freno, como lo harías con un vehículo con motor de combustión interna, y sustituirlos si no alcanzan el grosor mínimo especificado por el fabricante. Estos datos puedes consultarlos en el sitio web de Textar BrakeBook: https://brakebook.com/bb/textar/en/applicationSearch.xhtml.
Las revisiones deben realizarse durante los intervalos de mantenimiento por un técnico cualificado. Debido a los mayores riesgos de corrosión de los discos, sería útil incluir este tipo de inspección como estándar siempre que el auto entre en el taller para su revisión o reparación.
Durante las revisiones, presta atención a ruidos extraños, vibraciones o cambios en el rendimiento de frenado, ya que podrían indicar problemas con las pastillas y los discos de freno que requieren atención inmediata.
Diferencias en el líquido de frenos
El líquido de frenos se deteriora con el tiempo y no se ve muy afectado por la distancia recorrida. Los líquidos de frenos convencionales son higroscópicos, lo que significa que atraen y absorben la humedad de la atmósfera. Este proceso sucederá durante toda la su vida útil, aunque el líquido de frenos se encuentre en un sistema de frenos «sellado», ya que las moléculas de vapor de agua son capaces de penetrar lentamente en las mangueras de freno de goma flexible u otros componentes de goma del sistema de frenos.
Con el tiempo, esto provoca una disminución del punto de ebullición del líquido de frenos y aumenta el riesgo de corrosión de los componentes metálicos. A medida que aumenta el volumen de humedad en el líquido de frenos, el punto de ebullición acabará alcanzando un nivel crítico en el que resulta peligroso.
Sigue siempre las recomendaciones del fabricante del vehículo sobre cuándo cambiar el líquido de frenos. Si no te da ninguna recomendación, para una seguridad óptima el líquido de frenos debe cambiarse cada 18 meses.
El líquido de frenos de los coches eléctricos requiere una atención especial debido a la tecnología de frenado regenerativo. El motor eléctrico gira en sentido contrario durante el frenado y actúa como generador. Esto tiene sus consecuencias. El propio sistema de frenado se utiliza menos al reciclar la energía de frenado y, por tanto, está sometido a una carga menor. En consecuencia, el líquido de frenos debe durar más. Además, el paquete de baterías de un coche eléctrico es más pesado, lo que significa que la masa a decelerar es mayor, lo que provoca temperaturas más elevadas. Para los coches eléctricos se suele recomendar la clasificación DOT más alta, 5.1, un líquido de frenos con un punto de ebullición elevado y un índice de viscosidad muy bueno.
Mantenimiento de los neumáticos
El mantenimiento eficaz de los neumáticos es esencial para la seguridad general del auto, incluida la eficacia de frenado. Los vehículos eléctricos suelen ser más pesados que los de combustión interna, por lo que soportan una presión adicional durante los trayectos cotidianos. Al ser consciente de ello, asegúrate de que tus neumáticos estén correctamente inflados y tengan una profundidad de dibujo suficiente (en Europa, el dibujo mínimo es de 1,6 mm). Sin embargo, algunos países pueden diferir de los 1,6 mm.
Los neumáticos desgastados o poco inflados pueden tener un efecto negativo en el rendimiento de frenado al reducir la tracción entre el neumático y la superficie de la carretera, especialmente durante las paradas de emergencia. Inspecciona periódicamente los neumáticos en busca de signos de desgaste irregular y rótalos según las recomendaciones del fabricante.
Estar cualificado
Los vehículos eléctricos son de alto voltaje y es importante que los técnicos tengan los conocimientos y cualificaciones necesarios para trabajar en este tipo de autos. Aunque el sistema general de frenado puede ser muy similar, existen algunas diferencias únicas entre un coche eléctrico y uno de combustión interna, que requieren conocimientos y experiencia especializados para su mantenimiento y reparación. No sólo porque los frenos son críticos para la seguridad, sino también para la seguridad del técnico que trabaja en el auto. Datos recientes del Instituto de la Industria del Motor (IMI, por sus siglas en inglés) destacan que sólo el 18% de los mecánicos del Reino Unido están formados para trabajar con vehículos eléctricos. Una cifra que variará según las regiones, pero que pone de manifiesto la necesidad de que los talleres inviertan en la tecnología del futuro.
Reflexiones finales
El mantenimiento del sistema de frenado de cualquier coche es crucial para garantizar la seguridad, el rendimiento y la longevidad. En el caso de los autos eléctricos, comprender la tecnología de frenado regenerativo, realizar inspecciones periódicas, controlar el desgaste de las pastillas de freno, comprobar los niveles de líquido de frenos y educar sobre el mantenimiento adecuado de los neumáticos garantizará que los propietarios de VE mantengan sus frenos en condiciones óptimas.
A medida que nos acercamos a un futuro de movilidad más eléctrica, los talleres deben adaptarse, adoptar la nueva tecnología y mejorar las cualificaciones de sus técnicos, o se quedarán atrás.