Las fechas conmemorativas suelen calentar el mercado y aumentar la demanda de importaciones y exportaciones. La mayor temporada del sector logístico comenzó en agosto, con los preparativos para la llegada del Black Friday, y se extenderá hasta Navidad.
Este año, además del Black Friday, el Buen Fin y la Navidad, tenemos otra atracción que promete mover la economía: la Copa del Mundo, en noviembre. Como señala la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), México es una mina de oro para las marcas durante un campeonato mundial de fútbol, pues la Federación Mexicana de Futbol vende en torno a 1.5 millones de camisetas de la selección durante el año mundialista, es decir, poco más de 2,000 millones de pesos. Como expectativa para este año, la AMVO precisa que durante 2021 el Buen Fin generó más de 190 mil millones de pesos, de los cuáles 31.7 pertenecieron al canal online.
Con la vista puesta en esta temporada alta, el integrador logístico A.P. Moller – Maersk ofrece un análisis sobre el estado actual del mercado de minoristas y el cambio del comportamiento de los compradores, así como información sobre el efecto látigo y algunas alternativas para hacer más eficiente la cadena logística.
Temporada alta
Esta importante temporada para la logística es cuando la demanda de importaciones y exportaciones supera la capacidad en la cadena de suministro y esto agrega una capa adicional de complejidad al ya estresado entorno de la logística. Cuando la demanda es alta y la capacidad es limitada, la carga se retiene o se retrasa.
La temporada es algo que los importadores y exportadores deben tener en cuenta: el mejor momento de envío comienza en agosto y todo vuelve a la normalidad a finales de octubre. Esto se debe a que el regreso a clases, el Black Friday, el Cyber Monday y las compras navideñas aumentan la demanda durante esos meses. Además, este año el mundial de futbol se suma a la temporada alta.
En estos días, con un mundo logístico estresado por la pandemia en todo el mundo, las temporadas altas han cambiado según los artículos enviados o almacenados, y los diferentes y posibles cuellos de botella de las variantes de COVID19, con bloqueos en Shanghái saturando la cadena de suministro global.
Las expectativas de la temporada alta de 2022 apuntan hacia el creciente comercio electrónico, que representará alrededor de 20% de las ventas minoristas globales para fines de este año. El año pasado, durante la temporada alta, la cadena de suministro sufrió muchas interrupciones, congestión y altos costos asociados a la alta demanda. Este 2022 muchos importadores han planificado con anticipación al realizar contratos a largo plazo, estrategias de licitación múltiple, inventario temprano, rutas alternativas de envío y contratos de franjas horarias a largo plazo con transportistas.
Visibilidad en la cadena de suministro
En los últimos dos años, con la pandemia e interrupciones en los puertos, la visibilidad ha sido algo crucial que los profesionales de la logística necesitan tener para administrar su negocio y poder cambiar de marcha en el momento oportuno. Tener más visibilidad significa comprender la cadena de suministro cambiante: de dónde provienen los productos y las piezas, así como los principales factores que afectan e influyen en el precio o el stock disponible de ciertos productos.
La visibilidad debe habilitarse no solo para los procesos logísticos controlados internamente sino también para toda la cadena de suministro, lo que significa conectar los datos de los proveedores hasta la entrega final. McKinsey & Co. dice que el 93 % de los departamentos de compras están analizando sus cadenas de suministro y buscando nuevas formas de aumentar la resiliencia de toda la red.
La cadena de suministro debe estar visible para que la red de suministro mantenga un control claro y reaccione a los cambios e interrupciones. Una herramienta importante que refleja una visibilidad nítida de la cadena de suministro es la tecnología y el análisis de datos.