• Goliat, el robot más grande de Ford Cuautitlán, tarda tan solo 1 minuto en colocar todas las piezas del cuerpo de cada Mustang Mach-E.
• Su integración fue parte de la remodelación que tuvo la planta para llevar a cabo la producción del primer vehículo eléctrico de producción masiva de la firma.
Con 8.6 toneladas, Goliat, que recibe su nombre por ser el robot colaborativo más grande de la planta de Estampado y Ensamble de Ford Cuautitlán, es el encargado de colocar la carrocería de los Mustang Mach-E con las especificaciones dimensionales que se necesitan para hacerlo a la perfección. Este robot llegó a la planta después del proceso de renovación que tuvo para dar vida al primer vehículo eléctrico de la compañía.
Entre los cambios más importantes, estuvo la integración de Manufactura 4.0, la cual consiste en la digitalización de procesos con sensores, sistemas de análisis de datos, uso de robots, interconectividad entre máquinas y procedimientos a lo largo de toda la cadena de producción. Estos avances tecnológicos han hecho que los colaboradores de la firma del óvalo azul ubiquen a Ford Cuautitlán como “la Planta del Futuro”.
Robots y humanos, juntos produciendo el futuro
Los ingenieros y técnicos de la línea de producción de Cuautitlán trabajan en conjunto con Goliat para que este pueda colocar y apretar firmemente piezas que difícilmente las manos humanas lograrían. Esta tarea, que Goliat la hace en solo un minuto, requiere de una precisión exacta para que cada Mustang Mach-E siga con su proceso de producción y salga en los tiempos estimados para su entrega.
“Goliat nos ha ayudado a demostrar los grandes beneficios que traen los robots a las áreas de manufactura. Sin él, hacer su trabajo requeriría de 50 colaboradores y poco más de 30 minutos, lo que limitaría nuestra capacidad de producción que hoy es de aproximadamente 305 unidades por día”, comentó Marcos Madrid, gerente de Ford Cuautitlán.
Ford de México lleva poco más de un año produciendo Mustang Mach-E y revolucionando la nueva era de electrificación en el mundo. Gracias al excelente trabajo que se hace en la planta de Cuautitlán, este modelo ha recibido los más altos reconocimientos1 globales en su segmento y está listo para venir a conquistar próximamente tierras mexicanas.