Cada día interactuamos con cientos de productos que hacen nuestra vida más fácil. Desde la antigua bombilla de luz hasta el teléfono móvil, son el resultado del trabajo e ingenio de hombres visionarios que, sin saberlo, revolucionarían la historia de la humanidad.
Cuando hablamos de los vehículos que nos permiten trasladarnos fácil y cómodamente, es inevitable pensar en quién es considerado como uno los “padres” que daría vida a la industria automotriz, Henry Ford.
Henry, un pequeño que creció en la granja de su familia al oeste de Detroit, tendría sus primeros acercamientos con la industria a sus 16 años, cuando decidió entrar a trabajar en una compañía de Michigan donde fabricaban vehículos y, poco a poco, fue consiguiendo puestos que le permitieron conocer más sobre manufactura y mecánica.
Fue en 1891 cuando Henry decidió mudarse a Detroit, junto con su esposa Clara, para aceptar un puesto como Ingeniero de Operaciones Nocturnas en una subestación de Edison Illuminating Company, una oportunidad que le brindaría habilidades y conocimientos sobre ingeniería eléctrica. Un año más tarde, fue promovido para hacerse cargo del mantenimiento de las máquinas de vapor en la principal planta de energía de Edison, pero ¿cómo fue que nació Ford Motor Company?
Una pasión que dejó grandes frutos
Desde que era joven, Ford estaba intrigado con los motores de gasolina y su funcionamiento, y para 1893 ya había construido su primer motor simple en la casa que alquilaba en Bagley Avenue. Con el paso del tiempo, fue experimentando en la producción y diseño de una gran variedad de motores, para que, en 1896, con la ayuda de varios de sus amigos, construyera su primer vehículo, conocido como el “Cuadriciclo”.
En el verano de ese mismo año, Henry fue invitado por su jefe a asistir a una junta con los ejecutivos de la compañía, donde tuvo la oportunidad de presentar su vehículo de gasolina y conocer a Thomas A. Edison, quien lo motivó a seguir trabajando en su proyecto y con quien formaría una gran amistad.
Mientras tanto, Ford comenzó a pensar seriamente en fabricar automóviles, pero sabía que necesitaría de una importante ayuda financiera para entrar al negocio. Un día, tuvo la oportunidad de llevar a un rico comerciante de madera, William H. Murphy, en un viaje de 3 horas y media, lo que le permitió obtener su primer respaldo financiero.
Henry Ford renunció a Edison Iluminating Company para seguir cumpliendo su sueño y fue así como la Detroit Automobile Company fue fundada el 5 de agosto de 1899.. A pesar de haber lanzado un primer modelo de reparto con grandes éxitos, un año más tarde, Henry estaría recibiendo su último cheque debido a la presión por parte de los accionistas para tener una mayor variedad de vehículos y por una serie de quejas de un problema de ingeniería.
Después de cuatro años trabajando, una compañía en quiebra y diseñando coches de carrera, en junio de 1903, Ford Motor Company fue inaugurada con Henry Ford como Vicepresidente e Ingeniero en Jefe. Al principio, solo se produjeron unos pocos vehículos en la fábrica de Mack Avenue, Detroit, donde dos o tres personas se encargaban de ensamblar los vehículos.
El nacimiento de una nueva era y un legado que duraría por siempre
En 1908, Henry Ford hizo posible su sueño de producir un vehículo que fuera accesible, seguro y eficiente para todos con la llegada del modelo T.. Este automóvil marcó el inicio de una nueva generación para el transporte personal, pues era fácil de manejar y mantenerlo en buen estado.
A partir de ese momento, el éxito de la compañía no dejó de crecer y para 1913, con la intención de satisfacer la alta demanda de sus clientes, Henry diseñó e instaló su primera cadena de producción móvil, revolucionando el proceso de manufactura dentro de la industria y convirtiéndose en el modelo a seguir de los procesos de producción en masa en el resto del mundo.
Solo un año más tarde, el inventor estadounidense sorprendió al mundo al anunciar que el salario mínimo de la compañía sería de cinco dólares diarios por ocho horas de trabajo, más del doble que el mínimo existente. En 1915, Ford anunciaba la fabricación de su coche un millón y en 1916, admitió el ingreso de mujeres trabajadoras en sus fábricas.
El resto es historia. Desde entonces, la compañía se ha dedicado a revolucionar la industria con modelos tan icónicos como Mustang, Ford Bronco, Lobo y Maverick, que han marcado y sido parte de generaciones enteras.
Pero más allá de los grandes productos que han sido parte de este legado, Henry Ford, considerado como “el padre de la industria automotriz” gracias a la forma en la que revolucionó la industria, principalmente por la producción en masa, dejó una compañía con un objetivo que, hasta ahora, sigue en pie: ayudar a construir un mundo mejor, donde todos sean libres de moverse y cumplir sus sueños.
Hoy, Ford de México recuerda a uno de los más grandes genios de la industria moderna y le desea un Feliz día del Padre a todos los papás que forman parte de la compañía del óvalo azul y de México.