El logotipo es una pieza fundamental para cualquier empresa o producto, este transmite la imagen de la marca y la ayuda a construir una identidad con la que los usuarios la reconocerán a lo largo del tiempo. Hoy, en el 58° aniversario del pony car más poderoso del mundo, Ford te cuenta la historia detrás del logo legendario.
Fue en 1964 cuando la firma del óvalo azul eligió el diseño que se convertiría en una leyenda y que representaría al pony car más famoso de todos los tiempos: Mustang.
Para su prelanzamiento, Ford había pensado en otros nombres como Cougar, incluso en estas primeras versiones se había hecho un logo de ese animal. Después aparecieron otras opciones como Allegro, Torino y Avanti, pero finalmente se eligió el nombre que todos conocemos ahora. Existen varias versiones de por qué Mustang fue el ganador, las principales nos llevan a la forma en la que se conocía a los caballos salvajes de Norteamérica y al icónico avión North American Aircraft P-51 Mustang.
Una vez que se eligió el nombre, la firma debía hacer un logo igual de poderoso para empezar a marcar la historia de este icónico muscle car. El famoso caballo que hoy conocemos fue diseñado por Phil Clark, su imagen se ha mantenido a lo largo de los años y solo se le han hecho algunas modificaciones para hacerlo más nítido y estilizado.
En el libro The Man Behind the Pony Series, Findig My Father, Holy Clark, la hija del diseñador de la firma del óvalo azul, cuenta que su padre era diestro, por lo que naturalmente dibujó todos sus borradores de izquierda a derecha, con el caballo mirando hacia la izquierda.
Sin embargo, muchas versiones de la historia también mencionan que la razón por la que el caballo se encuentra en esa posición es porque el mustang es un animal salvaje y debía de ir del lado opuesto de lo que usualmente se conoce.
Los mustangs fueron caballos que corrían por las grandes llanuras de Norteamérica, libres y sin ataduras ni frenos que los detuvieran, tal y como es la esencia de Ford Mustang desde sus inicios, ofreciendo libertad y potencia a todos aquellos que disfrutan de la velocidad.
Estos animales se convirtieron en un ícono desde hace muchos años, pero fue el caballo de la parrilla de los Mustangs el que ha dado la vuelta alrededor del mundo. Ahora, en su versión eléctrica, estos ponis siguen siendo pieza clave del legado, pero ahora con una ligera adaptación que hace referencia a la era de la electrificación, viajan desde la planta de Ford Cuautitlán hasta Europa para tratar de conquistar el terreno de la movilidad eléctrica.
“No hay forma de pensar en la industria automotriz y no traer a la mente el poderoso caballo plasmado en las parrillas de Mustang alrededor del mundo. Es realmente valioso tener un logo que ha sido bien recibido por tantas generaciones, pero lo más importante, que nos ha permitido transmitir el ADN y los valores de la marca en los diferentes modelos que han existido, incluyendo la versión completamente eléctrica que ha conquistado el mundo en los últimos años”, mencionó Lucien Pinto, director de Mercadotecnia y Ventas de Ford de México.