Una vez iniciado el último trimestre del año, los tomadores de decisión comienzan con los preparativos para atender los importantes picos de demanda tradicionales del fin de año, mismos que se ven favorecidos con el anuncio del Buen Fin, que se desarrollará entre el 10 y el 16 de noviembre.
Es por ello que las estrategias de negocio comienzan a reorientarse para satisfacer las demandas de venta, con altos niveles de afluencia en tiendas físicas, incentivadas por el avance en el Programa Nacional de Vacunación, así como el auge del e-commerce, que implicará un detallado esquema de logística para garantizar la experiencia del cliente.
“La velocidad con que ocurren los cambios tiende a ser más rápida que la capacidad de reacción ante ellos; no obstante, la tecnología ha favorecido nuestro nivel de respuesta ante eventos coyunturales. Desde ya, las empresas estamos alistando motores para satisfacer la demanda de nuestros clientes”, asegura Marcelo Caraveo, director de Riesgo de TIP México.
Nuevos retos, nuevas estrategias
Ante la temporalidad de los picos de demanda, los empresarios solían acceder a créditos para asegurar la adquisición de activos que les permitieran cumplir con todos los compromisos por venir; sin embargo, la nueva normalidad presenta retos no previstos a la pandemia.
“El reto es estar presente en una tienda física, mientras que también lo estás en plataformas digitales, donde mides la experiencia del usuario y le aseguras una entrega rápida y sencilla. A eso, hay que sumar la falta de liquidez por la lenta recuperación económica. Es mucho estrés para un negocio, pero no podemos detenernos. Ante nuevos retos, nuevas soluciones”, continúa Marcelo.
En este sentido, el auge en los servicios de última milla se ha convertido en un commodity, donde la entrega más eficiente tiende a ser la que retiene el mayor número de compradores. Es necesario adquirir vehículos con los que realizar las entregas en tiempo y forma, apoyándose de la tecnología para optimizar los costos de envío, además hay que conseguirlo sin endeudar o comprometer la liquidez del negocio.
“La inteligencia financiera nos indica que busquemos inyectar liquidez a nuestro negocio a la par que busquemos hacernos de unidades para transportar nuestras mercancías, y eso es posible mediante el arrendamiento, una herramienta que democratiza el acceso a nuevos vehículos con pagos iniciales bajos, pagos únicamente por la renta mensual de las unidades, mientras que se hace uso de la telemetría y otros servicios, mismos que, además, son 100% deducibles de impuestos, con los que estaríamos realizando una inversión inteligente”, concluye Caraveo.
El arrendamiento de automóviles y equipo de transporte suele aumentar un 20% durante la temporada de fin de año. Aquellas empresas que lo han utilizado recurren frecuentemente a este esquema como solución para sus necesidades; se trata de un producto que funciona muy bien en épocas de incertidumbre, de volatilidad, porque no necesitas estar invirtiendo en grandes cantidades para adquirir vehículos.