El tema puesto sobre la mesa de todas las industrias es la recuperación económica. De una manera u otra, los sectores productivos desarrollan estrategias para incentivar y acelerar la recuperación, a pesar de vivir aún los estragos de la pandemia.
Es imposible detenerse, mucho más cuando la economía exige dinamismo y obliga a los tomadores de decisión a buscar nuevas soluciones que les permitan adaptarse y crecer en medio de la volatilidad y la incertidumbre.
“Con la incertidumbre de los mercados, la salud y la economía, las empresas necesitan de estabilidad y liquidez, pero también requieren hacer frente a la movilidad de sus productos. ¿Cómo lograrlo sin endeudarse? Opciones como el arrendamiento vehicular, herramienta financiera que ha ido ganando terreno, ayudan a hacerse vehículos con pagos iniciales bajos, incluso a recapitalizarse con apoyo del Sale & Lease Back”, comenta Mauricio Medina, director general de TIP México, empresa líder en arrendamiento de transporte, autos y administración de flota.
Con números contundentes
La aplicación de esta herramienta financiera ha sido comprobada en campo, ya que tan solo en el país, los vehículos adquiridos en arrendamiento supera las 54,400 unidades, tanto de equipos motrices como de arrastre, esto según datos de la Dirección General de Autotransporte Federal.
“El arrendamiento vehicular, o leasing, ha demostrado ser una herramienta que impulsa el uso democrático de los vehículos, puesto que permite adquirir bienes mediante una renta mensual fija durante un periodo determinado, dando a las empresas la oportunidad de renovar su flota, a la par que se deja en nuestras manos la administración inteligente de la misma”, concluye Mauricio.
Entre las principales ventajas que se obtienen al utilizar este modelo de adquisición, destacan cinco principales que hacen del arrendamiento un vehículo de crecimiento:
Liquidez: Con pagos bajos, se evita la descapitalización y generación de deuda, protegiendo así el flujo de efectivo y permitiendo acceder a un número mayor de unidades o gamas premium.
Deducibilidad Fiscal: El pago mensual por la renta es deducible hasta por $6,000 en vehículos de combustión y de $8,500 en vehículos híbridos y eléctricos, además es posible maximizar la deducción ya que los servicios como seguro, telemetría, mantenimiento, administración de flota y rastreo satelital son 100% deducibles.
Trajes a la medida: Los contratos se diseñan con base en las necesidades de cada cliente, determinando la unidad, tiempo de contrato, esquemas de pago y servicios a contratar.
Un solo proveedor: La facilidad administrativa de contar con un solo proveedor que otorgue todos los servicios inherentes al uso del vehículo, permite que las empresas se concentren en su core business, dejando en manos de un experto la administración de su flota.
Renovación constante: El arrendamiento favorece la renovación de flota, ya que al final se puede optar por regresar la unidad y comenzar a utilizar una nueva, lo que implica optimizar los gastos en mantenimiento, que representan, a partir del tercer año, hasta el 30% de los costos de un vehículo, así como acceder a mejores tecnologías.
De esta forma, se abre una nueva posibilidad para mantener un flujo de efectivo sano en las empresas ante un panorama mundial incierto, mediante las herramientas financieras adecuadas, entre las que destacan el arrendamiento vehicular, mismo que permite la continuidad operativa y la movilidad de sus productos y servicios, sin descapitalizarse.