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Automóviles detenidos también necesitan de tu cuidado

Por: Gabriela Zatarain, Gerente de Marca Sea Foam en México

No tiene nada de malo reconocerlo. Cuando te paras frente a tu automóvil estacionado no puedes evitar los suspiros. Desde hace más de un año, las oportunidades para poner las manos en el volante y encender el motor han sido realmente escasas. Se extraña el traslado a la oficina, la visita familiar, la escapada a la playa. Por supuesto, el sacrificio bien vale le pena, ya que las restricciones a la movilidad social tienen un papel muy importante en la contención de la pandemia de Covid-19.

Ahora bien, si sólo te has dedicado a “sufrir” por las aventuras perdidas y no te has preocupado por los efectos de la inmovilidad en tu auto, tus suspiros podrían convertirse en un feo dolor de cabeza o de estómago.

Si la situación sanitaria de tu entorno aún sigue causando un bajo uso del auto, debes tomar algunas medidas para evitar que la inmovilidad termine por –literalmente– pasarte una factura. Algunas recomendaciones básicas en este sentido:

Si se pone atención a dichos aspectos, la inmovilidad de tu automóvil, aunque te produzca lágrimas, no tendrá consecuencias de largo plazo; lo que confirma que las acciones de cuidado preventivo, cuando se realizan a tiempo y con el apoyo de los productos más innovadores, son esenciales ante cualquier situación. Cuida tu automóvil, respeta las medidas sanitarias vigentes y, sobre todo, no desesperes ni te agobies: regresaremos al camino de las aventuras.   

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