Ford ha puesto en práctica sus 118 años de experiencia en pruebas de vehículos para demostrar la durabilidad de sus modelos eléctricos. Desde lavados extremos y pulverizadores eléctricos, hasta traseros robóticos y caminos de grava, un equipo de ingenieros de Ford sometió al Mustang Mach-E a pruebas de tortura diseñadas para estresarlo más allá del uso típico de los conductores.
«Hemos hecho todo lo posible para someter al Mustang Mach-E a las pruebas más extrema, estresándolo muchísimo más de lo que lo haría un piloto común para asegurarnos de que está preparado para enfrentarse a la rudeza de las carreteras abiertas», dijo Donna Dickson, ingeniera en jefe del programa Mustang Mach-E.
Lavado a voluntad
Alrededor del 13% de los europeos no está seguro de que los vehículos eléctricos puedan mojarse cuando se conducen bajo la lluvia, y mucho menos de que puedan pasar por un lavado completo. Ford sometió 60 veces al Mustang Mach-E a un lavado automático sin espuma, con rociadores, cepillos y secadores, equivalente a un lavado cada dos semanas durante más de dos años.
Para ayudar a probar las fugas y otros daños exteriores que podrían ser causados por el agua, el equipo chorreó los marcos de las puertas, las molduras, los faros delanteros y traseros, y los adhesivos del Mustang Mach-E con un pulverizador de agua a alta presión. Este es capaz de alcanzar presiones de hasta 1.700 PSI[1] y una temperatura de 60° Celsius, rociando el exterior del vehículo a unos 30 cm.
Probado por Robutt
Ford ha trabajado para realizar pruebas que superen todo aquello a lo que los clientes puedan someter a los asientos, especialmente los traseros. Los ingenieros de la compañía estudiaron diferentes cargas de peso en los asientos, utilizando una amplia variedad de cuerpos humanos. Para ello, el equipo creó una forma robótica de trasero o robutt, para simular a una persona entrando y saliendo de su Mustang Mach-E, al menos 25,000 veces.
También se probó a detalle el material de los asientos del vehículo para que resistiera el uso diario. Esto incluyó pruebas químicas para ayudar a garantizar que productos como el desinfectante de manos no deterioren el material o pruebas que aseguraron que el acabado se mantenga después de simular una vida de uso de 10 años.
Hecha para el uso diario
Lo peor que le puede pasar a nuestro celular es una pantalla rota, pero una pantalla táctil con tanta funcionalidad como la del Mustang Mach-E – es inaceptable. La pantalla táctil de 15.5” del Mustang Mach-E utiliza una aplicación especial de cristal llamada Dragontrail™ para garantizar su durabilidad. Está colocada sobre un soporte de magnesio de alta resistencia que es capaz de aguantar golpes.
«La pantalla del Mustang Mach-E es muy importante para la experiencia de conducción. Es la pieza central del interior y los ojos de los pilotos voltean a verla de forma natural», dijo Dickson. «Sabíamos que teníamos que ir más allá para asegurarnos de que fuera lo suficientemente duradera como para soportar las interacciones diarias de los clientes: piensen en los bolsos y mascotas que la golpean, niños que juegan con ella, etc. Es necesario conocer a fondo al cliente para identificar los posibles problemas y trabajar para evitarlos».
Ni una piedra que mover
Los clientes del Mustang Mach-E deben estar seguros de que pueden conducir su vehículo donde termina el pavimento y comienzan los caminos de grava, sin la necesidad de regresar con un nuevo trabajo de pintura para el vehículo.
Para ello, los ingenieros de Ford sometieron al Mustang Mach-E a más de 480 kilómetros de pruebas en caminos de grava para evaluar los daños causados a la pintura de la carrocería por pequeñas rocas. Ford utilizó dos grados diferentes de piedras de grava para realizar la prueba, pasando los tramos a 60 km/h casi 200 veces.
«Los vehículos eléctricos no deben limitarse a las calles de la ciudad bien pavimentadas”, dijo Dickson. «Probamos el Mustang Mach-E para que los clientes puedan vivir con confianza en cualquier carretera y aventurarse en ellas sin preocuparse de que su pintura se eche a perder fácilmente».