Hoy, la carga tributaria que pesa sobre los contribuyentes puede llegar a resultar bastante complicada, ya que existe una amplia diversidad de impuestos que se pueden generar en la operación normal de las empresas.
Ante tal escenario, es común, y en ocasiones necesario que los contribuyentes opten por implementar algún plan que les permita pagar una cantidad menor de impuestos de manera legal.
Este tipo de planes se llaman estrategias fiscales, y se caracterizan por permitir a los contribuyentes optimizar su carga tributaria, e incluso disminuir el pago de impuestos mediante la previsión del impacto tributario de cualquier operación, para realizarlas es importante acudir con especialistas que orienten a las empresas de las acciones que se deben realizar para aplicar una estrategia fiscal para su negocio.
Esta planeación no es exclusiva de las grandes corporaciones, aunque en realidad se trata de una herramienta útil y que se encuentra al alcance de todos los contribuyentes, sin importar su tamaño. Al hacerlo las empresas incrementan su eficiencia, ya que según un estudio realizado por Doing Business del Banco Mundial empresas medianas requieren 264 horas para cumplir con sus impuestos, de los cuales realizan 25.9 pagos al año y tienen una tasa total promedio de 40.9%. Estas cifras pueden mejorarse si se establece una estrategia que permita optimizar el trabajo que conlleva.
Se pueden seguir tres pasos de manera ordenada para llevar a cabo una estrategia fiscal, los cuales, sirven para elegir el fin, medio y el cómo llevarla a cabo, teniendo en cuenta un amplio conocimiento en normas fiscales y generales.
- Trazar metas: Distinguir el aspecto del negocio que se pretende optimizar, ayudará a determinar la simpleza y complejidad de la estrategia a implementar. Por ejemplo, si se pretende impedir la salida constante de los recursos, es ideal una planeación de flujos, como pago de proveedores, gastos fijos o inversiones. De esta manera se podrá plantear una correcta inversión de recursos.
- Análisis de alternativas: Tener en cuenta la naturaleza de las operaciones a llevar a cabo, para así determinar el impacto fiscal que tendrá en caso de implementarse, y en si es necesario, sustituirla por otra que tenga el mismo fin, pero con un impacto fiscal menor.
- Implementación: Por último, sólo se debe vigilar el cumplimiento estricto de los requisitos fiscales que establece el Código Fiscal de la Federación para su acumulación y deducción de cada ingreso o gasto que se haya generado. Por ello deben generarse respaldos documentales de la operación conforme a lo que prevean las leyes aplicables.
Si las empresas, y en general cualquier negocio en México, aspiran a prevalecer están obligadas a ejercer su derecho de pagar sus impuestos de forma inteligente, eficiente y legal, a través de una estrategia fiscal responsable.
Así, para evitar cualquier contingencia, siempre es indispensable recibir la asesoría de un especialista como Carbajal Bermúdez, que pueda revisar la situación concreta de los negocios y proponer un plan específico que se adapte a las necesidades y características de cada contribuyente. Con el respaldo del derecho y de la mano de profesionales, las empresas y corporaciones pueden garantizar su competitividad y continuidad como negocio en marcha.